FUNCIONAMIENTO Y ORGANIZACIÓN DE LAS ESCUELAS RURALES

A lo largo de su formación como futuros docentes y sobre todo en este primer semestre han tenido la oportunidad de estar en escuelas secundarias de diversos contextos y características, pero nunca en una escuela Telesecundaria, estoy seguro que hoy pueden decir que es una experiencia única, motivante, difícil pero muy productiva y en especial a más de uno de ustedes ha hecho crecer el espíritu de servicio, las ganas de ser excelentes maestros, pero sobre todo de creer más en lo que pueden lograr.

Es verdad ser maestro no es una tarea fácil, aún para aquellos que lo son por vocación, y menos fácil será ser maestro de una escuela rural, las funciones se triplican, tienen que ser los doctores, abogados, curas, padrinos, licenciados, choferes, etc., etc.,… pero a pesar de ello, el simple hecho de ser útil a la escuela y a la comunidad los hará sentir personas importantes y como tal deben esforzarse para satisfacer las necesidades que presentan los habitantes de las comunidades donde en un futuro no muy lejano desarrollarán su trabajo profesional.

Por más de una ocasión no sabrán qué hacer cuando se enfrenten al gran reto de atender a dos grados o porque no decirlo a la escuela completa, pero hoy, gracias a las diversas Visitas Guiadas que se han realizado pueden ir retomando algunos elementos que les serán útiles y darse cuenta que podrán obtener resultados positivos como ganas tengan de lograrlos y hacer las cosas.

Es mentira lo que muchas veces escucharán decir de los maestros: sólo los que poseen incentivo, un pago extra, un bono o una compensación son los que más ganas le echan, es mentira, porque el dinero no viene a cambiar su estilo, su espíritu de servicio y mucho menos sus ganas por sobresalir, existen maestros que si bien poseen un incentivo no lo desquitan con trabajo, en cambio hay muchos otros docentes que a pesar de no poseer ninguna compensación suelen tener un mejor desempeño, pero porque son profesionistas realmente comprometidos con su labor, maestros que han vivido en carne propia las situaciones sociales y económicas por las que pasan sus alumnos, maestros sensibles al hecho de ver el esfuerzo que hacen los estudiantes por asistir a la escuela, maestros que se han formado por vocación.

Hoy pudieron darse cuenta de la triste situación por la que pasan las escuelas rurales, hay mucha irregularidad por parte de los maestros, no se tienen objetivos claros en cada una de las instituciones, hay escuelas abandonadas, escuelas que ni el recuerdo queda de ellas, finalmente es vergonzoso reconocer que “el maestro” es el principal enemigo de una verdadera educación de calidad, recuerden que son portadores del cambio y cuestiónese cada uno ¿qué puedo hacer para mejorar?

Es tiempo de cambiar, es tiempo de luchar, es tiempo de mejorar, es tiempo de revalorizar el papel del maestro, de asumir con verdadero profesionalismo nuestra profesión, es tiempo de cambiar esa imagen de las escuelas rurales como lo expresa Sylvia Schmelkes: La no escuela porque existe pero no es, se manifiesta en escuelas cerradas, en escasez del tiempo dedicado a la enseñanza, en la pobreza de la enseñanza misma y en la pobreza del aprendizaje real. Es tiempo de cambiar y sólo podrá lograrse cuando:

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  Se fortalezca la enseñanza. Asegurando que los docentes puedan enseñar de manera que los alumnos aprendan, que el director estimule y haga posible si es necesario dirigir este proceso formativo.
  
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  La escuela cambiará cuando se fortalezca su gestión. Se requiere de una cultura que favorezca el trabajo colegiado, el espíritu de innovación y de mejoramiento, la capacidad de visualizar conjuntamente una escuela distinta y de trabajar juntos para lograrlo. De ello dependerá que los maestros se sientan a gusto y satisfechos, que los estudiantes vayan contentos a la escuela y prefieran estar ahí que en otro lado.
  
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  La escuela rural cambiará en la medida en que se fortalezca la comunidad a la que sirve: La comunidad tiene que ser capaz de saber qué esperar de la escuela. Tiene que exigirle un servicio de calidad. Debe estar dispuesta a poner lo que está de su parte para que ese servicio funcione adecuadamente. Esto significa respaldar a la escuela en tanto institución y apoyar a sus hijos en su proceso de aprendizaje. Es la comunidad la que tiene que lograr que la escuela rinda cuentas, y junto a ella, proponer formas de mejorarla.
  
  
  

Para finalizar es necesario que reflexionen sobre lo que han logrado como futuros docentes hasta este momento, seguro estoy que durante su trayectoria de maestros en formación a más de un adolescente marcarán para toda su vida, quizá los recuerde como el mejor maestro que tuvo, pero puede ser que lo haga recordándolos como el peor de todos. Esfuércense por lograr esa sensibilidad de saber que afuera los esperan alumnos que confían en ustedes, que tienen altas expectativas y que ustedes podrán moldear a su viva imagen.

Juan Rodolfo Alanis Cho